“La razón por la que entré a este taller es porque me encanta bailar, es una forma de distraerme, de salir de lo común, de lo cotidiano, desestresarse, olvidarse de dónde estamos. Amo bailar, es una forma donde expreso lo que me gusta y también es una forma de olvidarse de los problemas que tenemos aquí adentro y afuera”, cuenta Hugo, un joven de 21 años que se encuentra privado de libertad, quien, con mucho entusiasmo y compromiso, participa de los talleres de danza en el en el Centro de Reinserción de Jóvenes de Qalauma.
Este año, estos talleres también se llevan a cabo en los Centros de Orientación Femenina de Miraflores y Obrajes y son parte de las acciones de rehabilitación que el Instituto de Terapia e Investigación sobre las Secuelas de la Tortura y la Violencia de Estado (ITEI) está llevando a cabo, gracias al apoyo de E-changer, una de las organizaciones pioneras de la cooperación suiza.
Una clase habitual comienza con el reconocimiento del propio cuerpo a través de movimientos que le transmiten vibraciones y lo preparan para la parte más intensa de la sesión que será guiada por la música afrolatina. A continuación, la instructora Soraya Gautier-Guillet comienza a marcar pasos que son seguidos por el grupo. Estos pasos, a menudo son un marcado rítmico de movimientos cotidianos en los que las y los participantes van proponiendo los suyos y son seguidos por todo el grupo. En este punto, la energía individual y colectiva es alta. La participación es activa y se crea un ambiente de diversión, bienestar y libertad.
Hacia el final de la clase, comienza el momento de relajación, primero de manera individual y a veces con una serie de masajes que se hacen unas a otras, unos a otros, a través de pequeños golpes que ayudan a circulación. En ese momento, se percibe un estado de alegría y relajación al mismo tiempo. El cuerpo está más suelto y ha tenido la oportunidad de expresarse dentro de la comunidad.



La instructora, Soraya Gautier-Guillet (de nacionalidad suiza-boliviana) es bailarina profesional con 20 años de experiencia y formación en Suiza, Italia, Francia, Burkina Faso y Senegal. “Hay una frase muy bonita que dice que ‘el baile favorece a la sincronización, la comunicación entre los corazones con las personas que están bailando; el sentimiento de comunidad es la base del bienestar’. Me he dado cuenta de que, en las clases, cuando entras a bailar, en general no te conoces, o las personas que está en privación de libertad se conocen más o menos, entonces puede pasar que en las lases no tengas feeling con una persona, pero al momento de bailar, ahí pasa otra cosa, ahí sí se relacionan los corazones, ahí se crea un grupo del baile”.
A través de la danza en estos espacios se busca mejorar la salud física y mental, generando procesos de bienestar, de recuperación y reparación, que a menudo son negados a las personas privadas de libertad.
Para incentivar la continuidad de estos espacios y promover la participación protagónica de las mujeres privadas de libertad, en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes se está realizando la formación de instructoras, quienes al finalizar los talleres serán capaces de dirigir sesiones de danza con ritmos afrolatinos, en sus propios grupos.

El equipo del ITEI ha observado el impacto positivo que tienen este tipo de actividades, que se constituyen en un vehículo para resistir el encarcelamiento y una oportunidad para que las personas privadas de libertad tengan otras posibilidades de experimentar su situación (y por qué no, replantear su futuro) habitando un espacio de bienestar en medio de estructuras esencialmente violentas como son los centros penales.
📻 Les invitamos a escuchar la siguiente entrevista realizada a Soraya Gautier Guillet que, como cooperactora de E-Changer para el ITEI, narra en primera persona su experiencia liderando estas actividades y a Andrés Gautier (responsable del Área Socio-terapéutica del ITEI, quien pone en perspectiva la necesidad de que la sociedad preste atención a lo que ocurre en las cárceles y se reconozca la dignidad humana que las personas privadas de libertad no han perdido a pesar de su reclusión.
📝 E-changer es una de las organizaciones pioneras de la cooperación suiza, que, a través de su programa de Bolivia apoya a varias organizaciones socias activas en la promoción de la soberanía alimentaria y la defensa de los derechos humanos con cooperantes suizos y nacionales. Soraya Gautier Guillet es una de sus inserciones en el ITEI. Gracias a sus importantes aporta, se está ampliando el impacto del servicio de rehabilitación de las personas privadas de libertad.
¡Agradecemos que puedan compartir este enlace para que más personas conozcan el impacto de estas actividades!